Hace unos días se viene hablando de la posibilidad de que una tormenta azote a nuestra isla. Hablaron de Danny y de Erika, pero ninguna quiso entrar de lleno a nuestra isla.
El hablar de la llegada de la llegada de estos fenómenos, me trae dos nombres a la mente: Hugo y Georges. A pesar de todo el daño causado por estos a Puerto Rico, yo los recuerdo jocosamente, y todo gracias a mi familia.
Recuerdo de Hugo, el caerse la marquesina de aluminio de mi casa. Pero mi mayor recuerdo es ver a mi abuelo decirme que le echara en un vaso un poco de aquel jugo de frambuesa, que en realidad era fruit punch. Recuerdo aquel rosario que hizo mi abuela mientras Nelson dormía en el piso y parecía que estaba muerto y le estábamos rezando. Mi abuela con la maleta llena de batas y Nelson decirle que si iba a refugiarse o si iba de luna de miel. Y recuerdo a mi abuelo poner un radio que le habían regalado como con 60 casettes en la bañera de su casa tapado con las cortinas de baño. Todo un personaje mi abuelo en tiempo de huracán.
De Georges nunca olvido a mi tía Fita quitarse la blusa mientras estaba sentada al lado de la ventana de casa de mis abuelos, mientras mi abuelo asustado le decía que se saliera de allí que esa ventana podía ceder. Mi abuelo acabó con las galletas en una noche pues su único plan de contingencia al otro día era dormir. Y jamás olvidaré aquel momento en que mi abuelo se quedó dormido y llegó mi tío en la patrulla a dar una ronda a la familia y cuando mi abuelo despertó y vio aquel reflejo del biombo dentro de la casa salió gritando: "Ese animal se metió aquí". Jajajajajajajajaja. Nunca olvidaré aquel episodio. Aún lo recuerdo y tengo que resistir las ganas de hacerme el número uno encima. Había que verlo.
Siempre recuerdo a mi abuelo gratamente y con mucho amor, pero en tiempo de tormenta es cuando más me vienen a la mente sus ocurrencias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario