sábado, 29 de agosto de 2015

¿Quién te da derecho a llamarte padre?

     Acaso el que un espermatozoide tuyo fecunde un óvulo de una mujer, ¿te da derecho a llamarte padre? El que una mujer lleve una pipa creada por ti durante 9 meses, ¿te da derecho a llamarte padre? El que nazca un niño que lleve tus genes, ¿te da derecho a llamarte padre? Estás más equivocado que los meteorológos siguiendo la trayectoria de Erika.

     Ser padre conlleva mucho más que "preñar a una gata", que pasar una pensión o que simplemente esa criatura se parezca a ti. Ser padre significa sufrir. Sí, significa sufrir los embates de la vida con tal de que esa criatura tenga lo necesario para vivir. Significa gozar. Sí, gozarte cada uno de sus logros, pero más importante aún, saber que fuiste parte de ellos. Ser padre significa insomnio. Sí, porque no sólo se pierde el sueño trabajando. También perdemos el sueño pensando cómo haremos para darle a nuestros hijos lo que ellos necesitan. Lo perdemos estudiando con ellos, cuidando sus sueños, jugando con ellos, llevándolos al cine, esperando a que salgan de una fiesta. Perdemos el sueño esperando a que lleguen de la calle porque nos preocupa que lleguen con bien. Y la mejor forma de perder el sueño es estando pendiente a darle sus medicinas cuando están enfermos y velar que ande todo bien durante la noche.

     Tener una pinga con dos huevos solo te hace un macho porque ese instrumento, no importa lo grande o pequeño que sea, ni define hombría ni paternidad. Más huevos tiene una madre que no espera nada de ti y se dedica en cuerpo y alma a sacar a sus hijos adelante. Más bolas tiene esa madre que se va a trabajar día y noche porque la pension que tu pasas, que crees que resuelve todo en un hogar, simplemente es un pequeño complemento a lo que necesita ese niño para llevar una vida como se merece, y que conste que los lujos se los debe a su mamá. Esa mujer es más hombre que tú. Esa es más padre que tú. Y aquel hombre que llega y sin ser sus hijos se desvive por ellos y los hace parte de sus preocupaciones, sus responsabilidades y sus prioridades, ese es un PADRE en letras mayúsculas.

     Si vas a traer hijos a este mundo por el sólo hecho de decir que tuve un hijo, que te regalen el Día de Padres o que alguien te pida la bendición mejor trágate los espermatozoides y bájalos con agua para que no te ahogues.

     ¿Quién te da derecho a llamarte padre?¿Tus amigos a quienes les metes la feca de que eres el gran padre?¿O la mujer que estás enamorando ahora que quieres cegarla como a otras haciéndote Super Papá? Nadie te da derecho a llamarte padre porque lamentablemente para ti, los requisitos eran muchos y tú no llenaste ni el primero. Esa palabra te queda muy grande.

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